lunes, 15 de septiembre de 2014

Democracia cofrade

Por lo que tengo entendido en los próximos meses habrá elecciones en diferentes hermandades. Realmente no es un tema que siga muy de cerca y no le dedico más tiempo que el de la lectura de una noticia. Creo que a veces se pierde la mesura cofrade cuando llegan las elecciones en una hermandad y es una de los momentos donde lo peor de este mundo sale a relucir: envidias, puñaladas traperas, ojanas... podemos poner mil y un ejemplo que hemos vivido en esta ciudad y que seguramente no haga falta ni nombrar porque todos los tenemos en la cabeza. 

Pero hoy me gustaría hablar de la Democracia cofrade en el amplio sentido de la palabra, el concepto que lo acerca más a la antigua Grecia que al de las frías urnas de un colegio electoral (o casa hermandad en este caso). Es realmente asombroso ver como en Sevilla se llevan desarrollando acciones democráticas que hoy en día algunos sectores de la población están pidiendo para la sociedad.

Hoy abrimos un periódico o le damos al botón del televisor y escuchamos continuamente palabras como discriminación positiva, justicia social, elección directa, voto asambleario.... todos estos conceptos están presente en las hermandades de Sevilla desde siglos antes que la política mundial contemporánea las empezara a usar como herramienta de marketing electoral para su oficio y beneficio. 

Que no me hablen de discriminación positiva y justicia social ahora, cuando en Sevilla hace siete siglos los esclavos negros sólo tenían una forma de pleitear casi de igual a igual con sus amos, y no era otra que a través de la hermandad de los Negritos, o en los Gitanos donde se utiliza desde tiempo inmemorial esa discriminación positiva para la elección de su hermano mayor, o en tantos y tantos gremios que antes de la aparición de los sindicatos tenían sólo a su hermandad gremial para que los defendiera. Que no le hablen a los cofrades de voto asambleario o elección directa como la forma más justa de elegir presidente porque aquí llevamos con Cabildos muchísimos siglos. 

Son muchas las cosas de las que podemos presumir los cofrades y una, sin duda, es la de haber tenido un sistema democrático que el resto de la sociedad aún no ha alcanzado, y que dudo alcance hasta dentro de muchos años. Por eso considero que es importante que le demos valor a esta democracia y que, en la medida de lo posible, los candidatos no manden a su "gente" a competir con el adversario en comentarios de internet. Ni que las pre-campañas parezcan más las de un candidato a la presidencia del Gobierno que las de un Hermano Mayor. Hagamos que los políticos profesionales copien el modelo cofrade y no al revés, esto irá en beneficio de todos.





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