domingo, 26 de noviembre de 2017

Medalla Milagrosa (26 de noviembre de 2017)







Cristo Rey (26 de noviembre de 2017)







Déjà vu

El pasado viernes nos despertamos con el enésimo despropósito de los hermanos mayores de la 'Madrugá' y el Consejo de Hermandades y Cofradías. Se anunció oficialmente el plan que se había filtrado días antes y por el cual el Calvario había emitido un comunicado de queja, donde hacía notar sus reticencias a esta mal llamada solución, porque en realidad es una chapuza que aunque mejora algunas cosas otras las empeora, es decir, es la pelotita del trilero. No me entra en la cabeza que su egoísmo, orgullo y cabezonería hagan que otra vez sus hermanos se vayan a poner la túnica de nazareno con el miedo del que va a una batalla. En 2017 había una cofradía que daba un rodeo (el más grande de la Semana Santa), en 2018 el Gran Poder seguirá dando el mismo rodeo y se le unirán a dar vueltas sin sentido las otras dos de ruan. ¡Bravo! El Consejo y los hermanos mayores cangrejean en la búsqueda de una solución.

No entiendo como el Ayuntamiento está preparando un escenario bélico (macetones, cámaras de alta definición, altavoces, dispositivo policial ampliado...) para luchar contra algo tan circunstancial como una pelea en Arfe - risas enlatadas -, porque recuerdo que desde los estamentos civiles se nos dijo una y otra vez que en el 2000 no pasó nada, ni en el 2015 y mucho menos en el 2017 con centenares de heridos y hasta un juicio. Incluso hubo un informe de mil páginas para refrendar aquello, a estas horas ese informe debe de estar depositado en el contenedor de papel más cercano a la Plaza Nueva. Como seguimos diciendo el embuste que no pasó nada, nos podemos permitir el lujo de parchear una jornada tan insegura como la 'Madrugá' y tener las narices de decir que esto se arregla con una merma de nazarenos y público este año. ¡Ole ahí!.

El plan técnicamente es horrendo. Es normal, en la reunión había nueve señores que saben mucho de café, seguros, economía y dotes comerciales, pero que de análisis de redes y sistemas de información geográfica no tienen ni idea. ¿Por qué se empeñan en solucionar esto en bares o casas de hermandad y no en despachos profesionales? ¿Por qué no contactan con instituciones o empresas que se dedican profesionalmente a estos temas y así dejan de jugar con nuestra seguridad?. Desde el ámbito del colegueo y amateur no se pueden solucionar problemas que por su magnitud requieren una solución profesional. Se toman esto como un juego de niños, ahora le ha tocado al Calvario ser el niño contra el que todos van, sin darse cuenta que este tema de infantil no tiene nada. Se quedan hasta las tres de la madrugada debatiendo algo que ya tenían decidido antes de entrar en esa reunión. A lo filtrado a los medios días antes me remito. ¿Qué sentido tiene? Nada de lo que la prensa había publicado previamente se cambió ¿Qué han hecho con las tres hermandades que no están de acuerdo con este plan?

La Semana Santa jamás fue segura, como no es lo es ningún fenómeno de masas incontrolado. Los textos ahí están y nos muestran disturbios en los últimos cuatro siglos. Hoy tampoco se puede hacer una Semana Santa cien por cien segura, pero sí se pueden tomar medidas para reducir los riesgos. El principal paso es asumir que llevamos diecisiete años sufriendo ataques organizados, porque aunque cerremos los ojos y nos durmamos queriendo pensar que no es así, cuando despertemos, el monstruo seguirá estando ahí. El segundo paso es reconocer que las hermandades hoy en día no pueden ser las que decidan en exclusividad, es más, en temas complejos y técnicos no deberían ser ni la primera voz a escuchar. El tercer paso es tratar los temas de manera profesional, no como reuniones de amigos. Espero y deseo que el plan que se presentó el viernes sea echado atrás cuanto antes por la Delegación de Gobierno, albergo la esperanza de que ellos tengan la seriedad que no han tenido los representantes del mundo cofrade. 



domingo, 19 de noviembre de 2017

Money, money

Al principio de esta semana todos los medios locales hablaban solo de una cosa: El órgano de Maese Pérez. Ya se habla mucho menos. La moda y preocupación duró tres días y pasada la comida "benéfica" de hoy, solo oiremos hablar del órgano el día de Nochebuena. Ahí acabará el problema patrimonial de Sevilla y la situación de inhabitabilidad de los conventos, no solo de Santa Inés, sino también de otros conventos de la ciudad. De todo este artificio, fomentado por el lado mediático más conservador de la ciudad y con claros fines políticos (no patrimoniales), hay dos cosas que deberíamos aprovechar para tomarnos muy en serio de una vez por todas: La situación en la que viven las monjas y el valor que le damos a nuestro patrimonio.

Si nos ponemos las gafas de cerca, nos quedaremos con el incumplimiento sistemático del acuerdo de conservación al que se comprometió la Junta hace ya más de dos décadas, pero cuando ha ido a cumplir la ley para proteger nuestro patrimonio, se le ha echado encima el grupo de calbideo conservador que maneja los hilos sociales y mediáticos de la ciudad. Como a todos los que han guerreado en esta batalla lo único que les interesa es sacar la tajada política, la Junta decidió echarse para atrás y valorar en una multa simbólica el jugar con un BIC. Algo simbólico, en eso están valorado nuestro patrimonio. Ahí los afamados articulistas y editorialistas reaccionarios y la Junta coinciden, ya a nadie importará el día a día de las monjas y mucho menos la nula cultura patrimonial de la sociedad. Se ha sacado el rédito político pretendido. Todos contentos. Casi nadie se preguntará por qué el arzobispado y la Junta permiten problemas estructurales en los conventos, poniendo en riesgo la vida de las monjas o por qué el arzobispado valora la subsistencia de las religiosas en unos míseros 50 € mensuales, ni la paga de unos padres a un hijo adolescente, ¡oiga!, vergüenza les debería dar. Casi nadie se preguntará por qué la famosa fundación dice que va a pagar el setenta y cinco por ciento del coste, pero lleva un año pidiendo ingresos en su cuenta para esta restauración, todo ello en la portada de su web. Aportaciones que podrían superar el coste total de la obra, por lo que el plan sería perfecto, hacer negocio y a la vez parecer que son ellos quienes hacen la acción voluntaria y desinteresada. Obviamente no sé si esto ha pasado o no, pero podría ocurrir ¿se ha investigado eso o la investigación periodística se ha quedado solo en lo que importaba: lo político? ¿Se han pedido responsabilidades a Palacio en este asunto? Con el potente aparato jurídico que el arzobispado tiene a su disposición ¿Por qué recurrir a abogados gratuitos que simplemente buscan hacerse la foto y entrevistas a nivel nacional para así promocionarse y sacar publicidad gratuita de su bufete? No seamos inocentes, en mucho de lo que rodea este tema está detrás el famoso "Money, money" cabaretístico, ya sea en ventas/pinchazos de periódicos, publicidad o recaudación en cuentas. Eso sí, en estos temas todos callarán, no vaya a ser que...

De todas formas veo imposible analizar una cuestión tan compleja con las gafas de cerca, así que vamos a coger ahora las gafas de lejos, para que la miopía no nos distorsione la realidad. La situación del patrimonio en España es dramática. El patrimonio nos muestra el pasado, puede ayudarnos a desarrollarnos en el presente y es el legado inmaculado que debemos dejar al futuro. Pasear por España, ya no solo por Sevilla, es ver castillos en ruinas, iglesias cayéndose o conventos apuntalados durante años. Es ver Románico destruido o fortalezas medievales abandonadas. Eso hablando del patrimonio artístico, porque si nos vamos al patrimonio natural es aún peor, ahí hay acciones no solo que lo dañan, sino que juegan con nuestra propia salud, pero de eso estas personas tan preocupadas por el patrimonio no te hablarán jamás. No tenemos cultura del patrimonio, no le damos ningún valor más allá del conflicto político que pueda haber o del negocio que pueda surgir. Los del pensamiento más diestro verán el rédito siempre en apoyar el lado donde esté la Iglesia, los del pensamiento más zurdo verán su rédito en atacar el lado donde esté la Iglesia. Cuando la Iglesia no esté por medio, el rédito será decir lo contrario de lo que diga el otro. Ambos bandos harán de manera autómata sus proclamas, sin analizar detenidamente las situaciones concretas, no les importa realmente el patrimonio ni le dan valor a la vida de quienes habitan dentro del convento, solo luchan y braman cuando hay una batalla política en juego. 

Y ahora con un catalejo ponemos la vista en el Real Club Sevilla Golf, otros que se apuntan al carro de la publicidad gratuita y de sacar algún beneficio de todo este asunto. Hoy allí se dará cita la frivolidad de la sociedad sevillana, los que metidos en su burbuja endogámica piensan que ser solidarios es dar a cambio de recibir. A esa misma hora las monjas de la ciudad estarán en hospitales, casas de impedidos o comedores sociales, al igual que un buen número de laicos que no necesitan exhibir públicamente su solidaridad. Estarán dando todo por los demás, sin recibir nada a cambio. Los asistentes a la convocatoria del club de golf pagarán 25 € (una minucia para gente bastante pudiente), pero a cambio de recibir una comida pantagruélica, en un lugar ideal para lucir palmito y hacerse 'selfis' con fondos bucólicos. Si encima el sitio es elitista, mejor que mejor, así parece que solo los de cierta clase social son los que se mueven, aunque en el apartado solidario estén más quietos que los mimos que simulan caídas en la  Avenida de la Constitución. Hasta ahí han llevado algunos el concepto de solidaridad. Ya lo dijo el presidente Rajoy no hace mucho tiempo, "una cosa es ser solidario, y otra cosa es serlo a cambio de nada". 


sábado, 11 de noviembre de 2017

Candidatos políticos

Cuando se acercan las elecciones de alguna hermandad es para echarse a temblar. El parecido con la corrompida política es cada vez más cercano. Si esas elecciones son en una hermandad con más imán mediático, la cosa empeora. Las guerras son más descabelladas y los exabruptos mayores. Hoy se celebran elecciones en la mayor hermandad de Sevilla. Domina todos los apartado posibles: Presupuesto, número de hermanos, nazarenos en la calle e imagen mariana con más devotos. Los candidatos parece que han sido elegantes y caballerosos cara a la galería, pero sus seguidores no han mantenido las formas. El aspecto político de los candidatos a hermano mayor sigue en auge. 

Si analizamos detenidamente los programas con los que se presentan los candidatos, vemos algunas cosas que llaman la atención. Dice Santiago Álvarez que va a realizar un columbario de diez mil plazas. ¿Está eso estudiado? ¿Dónde está la memoria económica que debe acompañar una obra de ese calibre? ¿Ha hecho ya las introspecciones topográficas para saber si es viable? Personalmente yo eso lo veo una magnanimidad sin mucho estudio previo. Si tenemos en cuenta los hermanos de la Macarena, que una minoría de personas son incineradas y que dentro de ellos otra minoría es la que decidirá ser enterrados allí, nos sale que tardarán varios siglos en completar esos nichos. Sirva como ejemplo que el Gran Poder realizó un columbario en 2011 y a día de hoy solo 154 hermanos han sido alojados allí, es decir, aproximadamente unos 25 por año. 

Estas elecciones nos muestran, además, lo peor de nuestra sociedad cofrade, ese machismo recalcitrante que está costando la misma vida expulsar de la vida diaria de nuestras hermandades. Cada candidatura está compuesta por quince personas, Cabrero lleva solo una mujer, Álvarez ni siquiera eso. ¿Qué hermandad quieres proponer si desprecias en los puestos de poder al cincuenta por ciento que representan tus hermanas? Un anacronismo que todos nos debemos tomar en serio, no es posible que en la sociedad cada vez se avance más en este sentido y en el mundo cofrade sigamos en el 1624. Y digo este año no por casualidad, sino porque según Santiago Álvarez es el año desde el cual la hermandad no cambia su recorrido y por eso debe seguir así. A estas alturas tener que explicar que en cinco siglos ha cambiado todo, desde la fisonomía de las calles o las hermandades que componen la Madrugá hasta obviamente el número de nazarenos, da hasta cosa, pero es que hay quien quiere ocupar un cargo de tanta relevancia para la Sevilla del XXI y tiene la mente en el XVII. 

El trato dado a los medios con menos seguidores o que no son amigos del candidato también ha dejado mucho que desear en la candidatura de Santiago Álvarez. Alguien que pretende gobernar la hermandad más internacional y abierta de Sevilla, no puede (o no debe, al menos) cerrarse en comidas de prensa amiga o poner trabas continuas de agenda cuando es solicitado para un entrevista. Ni hay tantos medios cofrades que hayan pedido entrevista, ni los desplazamientos del candidato son más allá de las fronteras de la ciudad. No perdamos la perspectiva, el cargo de hermano mayor es importante dentro de la vida social de la ciudad, pero el que salga elegido no tiene la agenda de Trump o Rajoy. ¡Ah! y una petición para ambos candidatos, hace cuatro años hicieron una proclamación de candidatura que abochornó a gran parte de los hermanos de la Macarena y de la Sevilla cofrade. Ambos candidatos de este año formaban parte de la candidatura ganadora que celebró la proclamación de los resultados con gritos, abrazos y manotazos más propio de caseta de Feria que de recinto destinado al culto. Por favor, este año, gane quien gane, no nos hagan pasar al resto de cofrades la misma vergüenza ajena que hace cuatro años. 

domingo, 5 de noviembre de 2017

Cristo de la Bondad (4 de noviembre de 2017)







Neorancios y Halloween

Esta semana hemos vivido uno de esos días en los cuales año tras año se repiten 'memes' y frases hechas. Desde hace algún tiempo, cada 31 de octubre y 1 de noviembre, vemos como hay un sector pequeño de la sociedad que se alza en armas contra quienes deciden celebrar la fiesta de Halloween. La premisa básica que utilizan es falaz de raíz, creen que como los EEUU es quien ha popularizado esta celebración su origen está ahí, y por más que se explique lo del origen Celta no consiguen, o no quieren, entenderlo. Otra premisa falsa es pensar que es incompatible el celebrar Halloween y el día de los difuntos de una manera católica. Una celebración no va contra la otra.

Si analizamos el perfil y los 'timelines' de los antihalloween es gracioso ver que son mayoría los que dicen no ver cine español y preferir el cine hecho en Hollywood, por ejemplo. Esto aparte de ser otra complejo moderno (en mi opinión) deja en evidencia que lo de sentirse imbuidos por culturas externas no les suele preocupar. El problema es ese, la moda rancia impone que tengas que exhibirte contra Halloween en tus redes antisociales y en la mayor red red social de España, la barra del bar. Todo es una fachada, no hay contenido real que llene ese argumento.

"Yo ni truco ni trato. Yo de huesos de santos. A mí los 'guiris' no me van a imponer su cultura", dice orgulloso él o ella mientras apura los últimos sorbos de su Jack Daniel con Coca Cola. Luego, a lo mejor, muestra la última foto que se hizo con su Iphone en el centro comercial Nervión Plaza. Sí, hombre, esa tan graciosa que se hizo con sus hijos a la salida del McDonalds, justo antes de comprar las palomitas para ver la última de Stallone. Ya sabéis, nuestra cultura es intocable, mejor no dejarse imbuir de americanadas. En realidad si nos pusiéramos en plan antropológico a ver el origen de todas nuestras fiestas, al neorancio le íbamos a dar el día, especialmente por el origen de la mayoría de fiestas católicas.

Pienso que es estéril luchar contra la evolución, si una fiesta se implanta sin hacer ningún daño, bienvenida sea, y eso lo digo yo que ni participo en ella ni me gusta especialmente, pero que considero que no por ello debo privar o despreciar a quien de ella saca un buen rato, especialmente jóvenes y niños. Veo alarmado como en colegios católicos de Sevilla se intenta adoctrinar haciendo creer que es una fiesta que va contra la religión, así esa eterna guerra victimista seguirá. Sobre todo me alarma la mentalidad que intentan implantar desde la infancia y que pretende que cualquier fiesta que se haga tenga un solo sentido y dirección. Eso en la sociedades democráticas no cabe, porque por definición éstas son plurales.